La mediación, un mecanismo de justicia eficiente, que impulsa el Poder Judicial del Estado en su Centro Estatal de Solución de Controversias

Miércoles, 5 de marzo de 2014

Fernando y Jacqueline y Nelly y José son parejas que comparten historias comunes en el sistema de justicia yucateco: resolvieron sus conflictos a través de salidas alternas, específicamente por mediación, y evitaron pasar un proceso judicial, que si bien concluye con una sentencia, suele profundizar el encono entre las partes y extenderlo hasta los hijos, las familias y la sociedad en general.

Sea para resolver un conflicto familiar, civil, mercantil o penal que ha iniciado o que está por iniciar, la Mediación, que forma parte de una serie de opciones llamadas Mecanismos Alternos de Solución de Controversias (MASC), es una opción que ha mostrado su viabilidad en el sistema de justicia local y que es impulsada por el Poder Judicial del Estado, tanto por su efectividad como por las consecuencias restaurativas que tiene en los miembros de una familia y de una comunidad, lo que en procesos judiciales, aun si se repara el daño causado, no siempre se logra.

A pesar de que actualmente el sistema oral familiar ofrece más protección a las familias y atiende de forma más eficiente los casos, el proceso judicial tiene costos económicos y demanda tiempo, dado que actualmente los tres juzgados familiares de oralidad de Mérida y los nueve juzgados que atienden casos en el interior del estado, reciben miles de asuntos que requieren ser desahogados en una o varias audiencias, antes de que el juez pueda emitir una sentencia.

Adicionalmente, el hecho de que las partes no logren acordar puntos comunes en convenios de tipo familiar, puede hacer que los casos se tengan que extender a audiencias incidentales, como ocurre en el caso de los divorcios incausados o voluntarios en los cuales, si bien se concreta el divorcio, las incidencias pueden llevar más tiempo. Y lo mismo puede ocurrir en caso civiles, mercantiles.

En el área penal, con el nuevo sistema de justicia acusatorio y oral, las salidas alternas, los proceso especiales y la mediación, han sido mecanismos que han ayudado a que la mayoría de los asuntos se resuelvan sin tener que llegar a un juicio. De hecho, en los 4 distritos judiciales del estado, donde ya se aplica el nuevo sistema, 9 de cada 10 casos se han resuelto sin tener que llegar a un juicio oral.

Si bien estos proceso especiales y salidas alternas en el área penal están a cargo de los jueces de control, al menos 50 de estos asuntos en el año 2013 fueron canalizados al Centro Estatal de Solución de Controversias del Poder Judicial del Estado (CESC), la instancia que ofrece mediación a todas las personas que enfrentan un conflicto de cualquier materia, antes y durante el proceso en tribunales.

Amparados en la Ley, los jueces del Poder Judicial ofrecen a las partes en conflicto los servicios de este Centro, el cual cuenta con 40 mediadores certificados, encargados de apoyar a las partes en la solución de conflictos de todo tipo: penal, familiar, mercantil o civil ya se en Mérida o en el interior del estado. Separar a las personas del problema, identificar criterios objetivos, intentar opciones de beneficio mutuo a través de la negociación, es el trabajo de estos especialistas del Poder Judicial del Estado, quienes a través de técnicas especializadas, logran arribar a acuerdos entre las partes, aún en los casos más conflictivos.

Esto fue lo que ocurrió en el caso de Fernando y Jaqueline, quienes accedieron a la opción de la mediación y pudieron concretar un Convenio en tan solo un mes, logrando modificar cláusulas relativas a pensión alimenticia y días de visitas de sus hijos, que habían sido establecidas previamente. Aunque ya habían iniciado un proceso en el juzgado familiar, esta pareja accedió, por voluntad propia y a propuesta del juez, a resolver su conflicto fuera de los Tribunales. Ayudados por un especialista, el mediador del CESC del Poder Judicial, esta pareja logró algo que podría parecer fácil y obvio, pero que se vuelve muy complejo cuando las personas están envueltas en el conflicto: sentarse frente a frente y hablar con el fin de llegar a un acuerdo benéfico para ambos y para su familia.

Sin embargo, para llegar a un final feliz, los mediadores del Poder Judicial tuvieron que pasar sesiones difíciles y complejas considerando que los agraviados y los agresores tiene rutas psicológicas diferentes, que cada uno vive desde su posición, lo que hace compleja la posibilidad de un acuerdo.

Para los mediadores del Poder Judicial los objetivos a lograr valen lo que sea necesario en el marco de la Ley, ya que la justicia restaurativa, que se logra a través de la mediación, lleva a las partes a una participación plena, subsana lo que se ha destruido más allá del delito o el conflicto mismo y reintegra a las personas a una relación sana. Comunicación activa, asertividad, empatía, flexibilidad, confidencialidad y neutralidad son los recursos y principios de esta delicada tarea, lo que al final fortalece a la comunidad.

El caso de Nelly y José, quienes acudieron por voluntad propia a arreglar un asunto mercantil, es otro ejemplo de los miles que se resuelven en el CESC del Poder Judicial, que tan sólo en 2013 inició 2,500 casos de todas las materias y resolvió más de 2,000. Esta pareja, oriunda de Mérida, resolvió una deuda que había adquirido José con Nelly mediante un pagaré y que no había podido ser resuelta de forma directa entre ambos. Al final, el arreglo fue benéfico para ambos y la deuda quedó saldada.

Lo más importante, sin embargo, es que estas personas además del arreglo, lograron restaurar una relación de amistad. Si bien la mayoría de los casos son canalizados por los propios juzgados, quienes por Ley ofrecen la alternativa a quienes se encuentran en medio de procesos de tipo familiar, mercantil o incluso penal, es la voluntad de los propios involucrados el factor-clave que permite que el mecanismo funcione, así como la experiencia y sensibilidad de los mediadores. Actualmente el CESC del Poder Judicial del Estado se integra con 20 servidores públicos distribuidos en Mérida y en el interior del estado y con especializaciones en asuntos civiles, mercantiles y familiares; asuntos del sistema especializado en justicia para adolescentes y en asuntos penales.

En el interior del estado, el CESC tiene oficinas de atención en Progreso, Tekax, Ticul, Vallaldolid y Umán.

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