PALABRAS DE LA SEÑORA LICENCIADA ADDA L. CÁMARA VALLEJOS, MAGISTRADA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO DE YUCATÁN, CON MOTIVO DE LA CEREMONIA CÍVICA CONEMORATIVA DEL CCII ANIVERSARIO LUCTUOSO DE DON MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA
Mérida, Yuc., a 30 de julio de 2013.
Licenciado Rolando Rodrigo Zapata Bello, Gobernador Constitucional del Estado de Yucatán
Diputado Luis Hevia Jiménez, Presidente de la Junta de Coordinación Política y de Gobierno del Congreso del Estado de Yucatán
Licenciado Renán Barrera Concha, Presidente Municipal de Mérida
General de División Diplomado de Estado Mayor Martín Cordero Luqueño, Comandante de la X Región Militar
Capitán de Navío Ernesto Navarro del Toro, Representante de la IX Zona Naval
Distinguidos invitados especiales
Amigos de los medios de comunicación
Señoras y señores:
Con profunda emoción y respeto, me permito hacer uso de la palabra en esta Ceremonia Cívica Conmemorativa del Bicentésimo Segundo Aniversario Luctuoso de don Miguel Hidalgo y Costilla. Estas ceremonias cívicas son contribuciones invaluables y necesarias, propias de nuestra democracia constitucional, que merecen reflexiones profundas sobre nuestro pasado para encontrar lecciones útiles hacia el mañana.
En un día como hoy, hace 202 años, fallecióquien en su verdadero acto de justicia, las mexicanas y los mexicanos llamamos el “Padre de la Patria”.
“Sin Patria ni libertad estaremos siempre a mucha distancia de la verdadera felicidad”. Así habló don Miguel Hidalgo y Costilla el 16 de septiembre de 1810, ante el pueblo de Dolores. Ese día comenzóun largo y tortuoso proceso por la Independencia de México.
En ese día fue que se desplegaron los labios de la Nación para reclamar sus derechos, con espada en mano para ser oída.
Recordando siempre el mérito del padre de la patria, Como bien señala Ignacio Manuel Altamirano, uno de los más destacados biógrafos de don Miguel Hidalgo: “No se destruye un estado de cosas que han echado raíces durante largo tiempo, ni se hieren intereses seculares sin provocar cóleras desenfrenadas, sin despertar todos los viles sentimientos de la soberbia humillada y de la codicia reducida a la impotencia.”
La vida y obra de don Miguel Hidalgo constituyen el primero y más sólido cimiento de la identidad nacional de esta patria a la que tanto amamos y tanto nos enorgullece.
El movimiento histórico que iniciódon Miguel Hidalgo, en el que ofrendósu propia vida y que culminóen hacernos personas libres y ciudadanos de una Nación libre y soberana, en la que se pudiera vivir con armonía y con justicia.
Don Miguel Hidalgo, no solo nos dio independencia, sino también encarnóun conjunto de valores que forman parte del colectivo nacional en la historia de nuestro país, como son la solidaridad y la justicia social.
Educador generoso, creóe impulsótalleres de oficios y artes, especialmente para los indígenas, a fin de que pudieran superar su modesta condición.
Hoy recordamos con admiración también al humanista don Miguel Hidalgo, el humanista que abolióla esclavitud y eliminólos impuestos que eran injustos que tenían que pagar las clases más desprotegidas.
Los ideales de la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, fueron los de don Miguel Hidalgo y los de varias generaciones de combatientes de nuestra Independencia.
Sus anhelos de ley, derechos y justicia, se prolongan hasta el día de hoy; y se expresan en nuestra convicción por un Estado capaz de alcanzar seguridad y justicia, garantizando los derechos fundamentales de todos sus habitantes.
En el núcleo de la génesis nacional, estuvo la convicción de la justicia. Don Miguel Hidalgo tuvo tanta preocupación por ampliar el derecho de acceso a la justicia. En el propio Bando de Abolición de la Esclavitud, programado el 6 de diciembre de 1810, se lee lo siguiente: “Que supuestos los fines asentados de beneficencia y magnanimidad, se atienda al alivio de los litigantes, concediéndoles la gracia de que en todos sus negocios, despachos, escritos, documentos y demás actuaciones judiciales o extrajudiciales, se use del papel común, abrogándose todas las leyes, cédulas y reales órdenes que establecieron el uso del papel sellado.”
Sin duda, esto fue un gran avance hacía una administración de justicia libre de costas, la cual lo establece hoy el artículo 17 de nuestra Carta Magna.
En su compañía militar, antes de llegar a Valladolid, hoy Morelia, Miguel Hidalgo se encontróen la hacienda del Charo con don JoséMaría Morelos y Pavón, a quien nombrósu lugarteniente para llevar la Independencia a las costas del sur. Por su parte, Hidalgo prosiguiócon su compañía hacia el norte del país, en donde fue aprehendido, juzgado y condenado a muerte en la villa de Chihuahua.
Señoras y señores:
A doscientos dos años del fallecimiento de don Miguel Hidalgo, los yucatecos y las yucatecas vivimos en una democracia constitucional con convicciones claras y valores firmes; en la que concebimos a la administración de justicia como, ante todo, un proyecto social, y los derechos fundamentales como una idea y fuerza que nos va conduciendo hacia una Nación más justa.
Aquí, frente al monumento a don Miguel Hidalgo y Costilla, flanqueado por la efigie de este prócer mexicano que nos dio patria y libertad, acudimos para renovar un compromiso compartido.
Renunciamos a la violencia, a la ilegalidad y a la injusticia. Estamos y seguiremos comprometidos con la Constitución, sus principios y la ley, como únicos mecanismos legítimos para encontrar soluciones a los conflictos.
Por su gran legado engorramos hoy por su profunda admiración y respeto la memoria del Padre de la Patria con todo ello es que mantenemos vivo su espíritu patriótico y liberal. A 202 años de su fallecimiento, hoy podemos decir que el héroe que nos dio patria y libertad vive en nuestros corazones, y que sus ideales y anhelos viven plasmados en la Constitución y en nuestras convicciones mexicanas.
Viva don Miguel Hidalgo y Costilla. Viva México. Viva Yucatán.
Muchas gracias. Buenos días.