La autonomía y fortalecimiento, así como el papel protagónico que hoy adquieren los Poderes Judiciales no ha sido una concesión del Estado, sino que deriva de una presión social: Héctor Felipe Fix Fierro
La autonomía y fortalecimiento, así como el papel protagónico que hoy adquieren los Poderes Judiciales no ha sido una concesión del Estado, sino que deriva de una presión social: Héctor Felipe Fix Fierro
Mérida, Yucatán a 28 de septiembre de 2012.- Desde la década de los 80 se empezó a da un giro a través de reformas para incrementar la autonomía y recursos del Poder Judicial, pero no se trató de una concesión, sino la necesidad de apoyar a la justicia ante el deterioro del régimen político, señaló el Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Héctor Felipe Fix Fierro.
En el marco de la última jornada de la VII Semana Jurídica y Cultural que se llevó a cabo del 22 al 28 de septiembre pasados, el investigador y catedrático advirtió, sin embargo, que este papel que hoy en día recae en el Poder Judicial debe entenderse en su verdadera dimensión, para no crear en la sociedad expectativas que estos Poderes no pueden ni deben resolver.
En su conferencia de ayer viernes 28 de septiembre titulada REFORMA EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS Y FUNCIÓN JURISDICCIONAL, hizo un recuento de la forma en que los Poderes Judiciales, incluyendo el Federal, han ido ganando presencia y protagonismo.
“Con el presidente De la Madrid hubo reformas importantes y se establecieron bases para el funcionamiento de los poderes judiciales. En esa misma lógica se dieron después las reformas electorales de 2006 y 2007 y la reforma de justicia penal de 2008, la cual interpreto como una reforma encaminada a que sean los Poderes Judiciales los que tengan el control del proceso, de las garantías, reforzando su intervención para los Poderes Judiciales y quitándole a los Ministerios Públicos”.
El investigador, graduado en derecho por la Facultad de derecho de la UNAM y con Máster internacional en sociología jurídica realizado en España se doctoró en derecho por la Universidad de Bremen, Alemania.
Expresó que con las reformas constitucionales en materia de derechos humanos, los jueces empiezan a ser figuras centrales, pero esto no es privativo de México.
“El hecho de que los jueces y tribunales empiezan a tener un papel central en la vida pública es una tendencia general en el mundo”, aseguró.
Lo que pasa, prosiguió, es que hay una transformación de la democracia y las expectativas se dirigen a otros órganos de gobierno y en este mundo con las demandas en términos de derechos humanos, lo más normal es que nosotros dirijamos esas expectativas hacia los jueces.
“Los tribunales y jueces se vuelven autoridades morales cuando el mundo y la economía globalizada someten a los congresos y a los poderes ejecutivos a grandes presiones” explicó.
Fix Fierro indicó que es importante darse cuenta que hay que tener cuidado porque los jueces no pueden hacer mucho, pueden hacer lo que pueden hacer, es decir, ir resolviendo las controversias, pero muchas veces no están en condiciones de resolver los problemas de la sociedad, es importante este nuevo poder y estar conscientes de cuáles son sus límites.
Respecto de la reforma constitucional del año pasado en materia de derechos humanos, dijo: “poco a poco el poder judicial va tomando un lugar central más importante y la última instancia de muchas cuestiones que no se resuelven de otra manera está ahí, pero implica riesgos y problemas en la propia función jurisdiccional”.
El investigador señaló que la reforma en materia de derechos humanos y de amparo no es una reforma asilada, sino que tiene que ver con una serie de reformas de los últimos 25 años que han ido poniendo al Poder Judicial y los tribunales en el centro de la vida pública del país, dándoles más autoridad, independencia, autonomía y más responsabilidad.
“El panorama es diverso, pero sí se puede identificar una tendencia en las entidades federativas donde el Poder Judicial estaba muy rezagado y ha ido tomando una presencia central y eso lo demanda la dinámica de la sociedad”, expuso.
Señaló que en la medida en que los Tribunales están obligados a aplicar la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dejan de ser nacionales en un cambio cultural importante, empezar a entender que las funciones de jueces y por eso los jueces y magistrados actúan en un espacio jurídico más amplio.
Está claro que al final son los jueces quienes resuelven los temas referente a los Derechos Humanos, ya sea por el reclamo de los ciudadanos, o si el estado está cumpliendo o no con la obligación de sancionar la violación de esos derechos, recalcó.
Dijo que esta función de los Poderes Judiciales implica que se desplaza la función o responsabilidad que tiene el Poder Judicial. “Se debe decir que la función del Pode Judicial ya no es nacional, sino forma parte de un espacio jurídico más amplio y eso tiene esta doctrina que la CIDH formuló desde hace varios años que es el control de convencionalidad”.
Entonces, prosiguió, la función judicial se hace más compleja y los jueces forman parte de un espacio más amplio. Por eso los jueces de Yucatán tienen que estar pendientes de lo que hacen los jueces de otros estados, pero también de otros países, implica asumir una responsabilidad de un espacio jurídico internacional y no puramente nacional, aseguró.
Dijo que los Poderes Judiciales deben tener una comunicación hacia fuera.
“En general la sociedad no entiende las resoluciones judiciales porque es una función técnica y porque venimos de un modelo donde las sentencias no se hacen para ser leídas”
“Pero hoy en día la sociedad demanda más información y comunicación. Hay expectativas de la sociedad y hay que empezar a comunicar las cosas de esta manera. Esta reforma constitucional en materia de Derechos Humanos y juicio de amparo es muy importante, implica un cambo de paradigma, tenemos que empezar a ver nuestras funciones de otra manera”.