Palabras del magistrado Santiago Altamirano Escalante en el CCV aniversario luctuoso de Don Miguel Hidalgo y Costilla.

sábado, 30 de julio de 2016

 

Honorables invitados y público en general

 

Muy buenos días.

 
Los tres Poderes del Estado, reunidos esta mañana, conmemoramos el 205 aniversario luctuoso de Don Miguel Hidalgo y Costilla, precursor del movimiento de independencia de México y quien fuera fusilado el 30 de julio de 1811.
 
Con el llamado a librarse de 300 años de dominio español, terminar con la sociedad de castas y acabar con el saqueo de los Españoles peninsulares, en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, el sacerdote Hidalgo, pronunció el llamado “grito de dolores”, con lo que dio inicio un sangriento movimiento social libertario.
 

Iniciada la rebelión y encabezada por un cura presa de frenesí, decide éste tomar un estandarte de la virgen de Guadalupe, mismo que se convierte en un elemento de magnetismo religioso que atrajo a sus huestes, para después adquirir el carácter de imagen simbólica y representativa de ese movimiento, que al mes de iniciado ya sumaba 50 mil hombres.

 
La historia refiere que el movimiento social tuvo en sus inicios una relampagueante campaña triunfal, sin embargo, poco a poco vinieron las derrotas, y el 11 de enero de 1811 cae en Guadalajara y huye rumbo Aguascalientes y Zacatecas. Capturado cuatro meses después, es llevado hasta al Estado de Chihuahua, lugar en donde fue juzgado en consejo de guerra y degradado como sacerdote, para que finalmente el 30 de julio de 1811 fuera fusilado.
 
La aparición histórica del primer caudillo del movimiento, fue efímera, trágica y llena de ambigüedades por su posición independentista y a la vez de lealtad al rey Fernando Séptimo.
 
Pero seguir hablando de Hidalgo en la retórica clásica y tradicional, es limitarnos solo a hablar del padre de la patria, del cura de dolores, del iniciador de la guerra de independencia y de la independencia misma, por eso, saldré de esa inercia para destacar en esta ocasión, de lo que estaba hecho este emblemático personaje, sin menoscabo; claro está, de su imagen principal como Símbolo de la independencia, para ello resaltaré lo relacionado con el Hombre, el Cura y el Ideólogo, aspectos pocas veces abordados y que sirven de mucho para conocer más sobre quién fue y cómo fue el hombre: llamado Miguel Hidalgo y Costilla.
 

Hidalgo el Hombre

 

Perteneciente a la élite social de la nueva España, de familia acomodada, hacendados del siglo XVI, criollo que vino a menos, cuyo padre fue convertido en administrador de hacienda.

 

 
Poseía dos pasiones, una los violines y la otra el teatro, de carácter fuerte e impetuoso, sensible a los problemas sociales, espíritu moderno, invertía su fortuna en obras de desarrollo económico, hombre de empresa dedicado a la creación de fuentes de empleo para su gente, cuyo éxito fue la alfarería.
 
Padre de dos hijos que tuvo con una joven de nombre Josefa Quintana. 

 

Hidalgo el Cura

 

Formación jesuita, estudió en el colegio de San Francisco y después en el colegio de San Nicolás, mismo del que fue rector en 1790, graduado en teología en la real y pontificia Universidad de México, carrera eclesiástica brillante, asiduo estudioso de la teología clásica, pasó 27 años en universidades católicas.

 
Podríamos decir que Hidalgo fue un eclesiástico liberal para su época, a tal punto que expresaba que la Biblia había que leerla con “libertad de entendimiento”.
 

Hidalgo el Ideólogo

De ideas avanzadas, intelectualmente inquieto y bien informado, con dotes de líder, parte de un influyente grupo de amigos, entre los que destacaba Allende, con quienes se reunía para hablar de literatura, música, libros de política, siendo su tema principal las reformas borbónicas iniciadas por el Rey Carlos III, que habían sido diseñadas para modernizar el imperio, tal situación fue la que perjudicó a los criollos quienes resintieron la pérdida de poder y que fueron entendidas como la toma de control por parte de los peninsulares en la nueva España.

 

En Guadalajara redactó sendos manifiestos que abolían la esclavitud y el tributo, promulgó otro sobre el reparto de tierras a los indígenas desposeídos. Publicó un periódico que se convirtió en el vocero de las ideas independentistas: El Despertador Americano.

 

De las lecturas de interés para Hidalgo destacaban el Corán, las obras de Moliére, los escritos de Voltaire, Diderot y Rosseau, aprendió a leer y escribir italiano, francés, español y latín, añadió el otomí, nahuátl y tarasco. 

 

El contenido de los tres aspectos antes descritos, fueron los que delinearon, formaron y construyeron el pensamiento de un hombre del tamaño de Miguel Hidalgo Y Costilla, las circunstancias de la vida de tan ilustre hombre, no fueron las mejores, pero en la formación de todo ser humano las circunstancias pueden ser encaminadas para bien, tal y como lo demostró el cura, queda claro entonces que “El hombre no es ni bueno, ni es malo por naturaleza, son las circunstancias que lo rodean las que lo definen”, las circunstancias de esa época obligaron al sacerdote independentista a tomar decisiones, unas acertadas y otras arriesgadas, se congregó con gente que tenía el mismo sueño y anhelo: Libertad y el respeto a la Dignidad Humana. 

 
Hoy, a 205 años de su muerte ¿Qué nos deja como enseñanza Hidalgo? podemos afirmar que a pesar de las circunstancias que lo llevaron a tomar la decisión de iniciar la lucha social, con su legado se dieron los primeros pasos para construir una nación con identidad, delineando claramente parte del futuro contenido de la Constitución Mexicana, dos puntos trascendentales en materia de derechos Humanos: La Libertad y la Dignidad Humana, mismos que en esa época se encontraban muy lejos del punto en el que hoy están.
 
Los constantes cambios sociales, políticos y financieros que estamos viviendo en la actualidad, comienzan a invadir y a influir en las decisiones que toman los integrantes de nuestra sociedad, eso nos obliga a demostrar nuestro amor por Yucatán, por México y en su conjunto por nuestra Nación, no debemos olvidar que Hidalgo no logro percibir; en aquel entonces, que a su lucha se habían sumado algunos indecisos y traidores que intentaron condenar al fracaso la conspiración y aun con todo y esa circunstancia, el padre de la Patria combatió incansablemente para lograr la independencia que el pueblo de México necesitaba.
 

Por eso hoy, dejo claro señor Gobernador, que se le reconocen los esfuerzos que viene haciendo para el bienestar del pueblo de Yucatán, que no quede duda que también el Poder Judicial está haciendo su parte, por eso seguiremos transitando por el camino de la evolución jurisdiccional y administrativa, para que así y de la mano, en lo que a cada quien le compete contribuyamos al impulso que acertadamente le viene otorgando a nuestro Estado.

 

Los hechos ahí están y no solo son palabras, pero eso ya no es suficiente, la exigencia ciudadana existe, nos concierne a los tres poderes del Estado atender con responsabilidad y compromiso a los hombres y mujeres que todos los días salen a trabajar o estudiar, para tener una vida mejor. 

 

Nuestras Constituciones Federal y Estatal, continúan en evolución, con rumbo firme, para convertirse en normas modernas, de vanguardia, en donde los derechos fundamentales de todos los habitantes de nuestro Estado y nuestra Nación, poseerán los instrumentos necesarios para seguir superando lo que fue el Estado Mexicano insaciable del siglo XVIII, ya que gracias a la iniciativa de hombres como Hidalgo, venimos cambiando nuestra posición de objetos de derecho para convertirnos en sujetos en pleno goce y disfrute de derechos.

 

Concluyo con la siguiente frase: 

“Sin importar el tamaño de la ciudad o del pueblo, en donde nacen los hombres o las mujeres, ellos son finalmente el tamaño de su obra, del tamaño de su voluntad de engrandecer y enriquecer a sus hermanos”

 

Ignacio allende

 
Muchas gracias 

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