Autonomía, Independencia, valores, comunicación, factores para transformar al Poder Judicial en el siglo XXI: Felipe Borrego Estrada

Viernes, 4 de septiembre de 2015

Conferencia “El Futuro de la Justicia en México”, a cargo del Lic. Felipe Borrego Estrada, Consejero de la Judicatura Federal

 

Mérida, Yucatán a 4 de septiembre de 2015.-Jueces con valores, conscientes de la alta responsabilidad de su encargo, Poderes judiciales autónomos e imparciales y una comunicación fluida y directa con la sociedad, son requisitos para construir un verdadero Estado de Derecho, señaló el Consejero de la Judicatura Federal Felipe Borrego Estrada.

“Hoy en el siglo 21 con los avances democráticos que desde su inicio han marcado la vida política y democrática en nuestro país, se erige un profundo proceso de construcción, de un real estado democrático de derecho”, aseguró

Dijo que en esta transformación la tutela y protección de los derechos fundamentales constituyen la principal premisa y garantiza toda función del estado, responsabilidad completa que ha sido encomendada al Poder Judicial.

“Si tomamos en consideración lo anterior y la coyuntura histórica donde nos encontramos como gobierno, no cabe duda que el poder judicial se encuentra entre una grandiosa oportunidad para transformar y transformarse en una institución de vanguardia, en la que sus procesos internos sean modificados por unos mas ágiles y expeditos, en el cual se garanticen la autonomía y la independencia natural de los jueces y magistrados que laboran en el Poder Judicial de la federación, eso mismo podemos decir en algunos estados de la República”.

En razón de lo anterior, continuó el Consejero, los Poderes Judiciales también cuentan con la oportunidad histórica para que sean transformados en instituciones vanguardistas, realizando cambios administrativos normativos y laborales en beneficio de sus integrantes y de la sociedad.

“Se puede decir que la decima época del Poder Judicial de la Federación reviste el esplendor del ámbito jurisdiccional federal sobre la cotidiana acción del gobierno, encargado de tutelar la plena observancia de bienes y valores universales de toda persona, así como de garantizar el principio de división de poderes, lo cual ha generado que los grandes aspectos de la política nacional sean resueltos en instancias judiciales, es decir la política ha tenido que recurrir ya a instancias jurisdiccionales”.

Borrego Estrada también se refirió ampliamente al valor de la comunicación social

“No debemos desconocer el fenómeno de la globalización y el papel que ha venido adquiriendo el Poder Judicial en la definición de asuntos de impacto nacional que han causado a su vez una notable exposición mediática de los juzgadores, quienes muchas de las veces tratan de ser menguados en sus funciones mediante la críotica insidiosa y poco constructiva por parte de personas que ven en dichas agresiones el mecanismo perfecto para ocasionar la pérdida de confianza en los órganos de administración de justicia y con ello tratar de inferir en un sentido  para arreglar en un asunto”, apuntó.

El Consejero de la Judicatur Federal agradeció la invitación del presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura de Yucatán Marcos Alejandro Celis Quintal, así como de los magistrados y Consejeros de Yucatán.

Expuso que “El futuro de la justicia en México” es incierto, al igual que el futuro de México.

Poderes Judiciales fuertes

A nivel global, dijo, existe una tendencia a fortalecer los sistemas de impartición de justicia, bajo la óptica de un cambio de paradigma que coloca en el centro de la fijación del derecho, el respeto a los Derechos Humanos y la correspondiente seguridad que debe observarse en la realización de todo acto jurídico.

Contar con un sistema de impartición de justicia fuerte y eficiente constituye una condición necesaria para mejorar los índices de gobernabilidad, por ello puedo afirmar que la consolidación del estado de derecho en nuestro país, pasa imperceptiblemente por el sistema de impartición de justicia.

Es decir que los poderes judiciales han jugado un papel fundamental  en esta evolución que con el pasdo de los años ha fortalecido el acceso a la justicia y la tutela judicial ejecutiva que proscribe nuestra Constitución como derechos fundamentales de toda persona.

Un componente importante para lograr que dicha función jurisdiccional cumpla con su cometido constitucional a nivel federal, es el Consejo de la Judicatura, por eso vengo en esa condición.

El Consejo de la Judicatura Federal está encargado de la administración, vigilancia, disciplina, y carrera judicial en todo el ámbito de la federación, estas no son atribuciones nada fáciles, ya que requieren de una instancia plena especializada y consolidada a través de un adecuado centro institucional que le permita cumplir a cabalidad sus funciones y el objetivo para el que fue creado.

En aras de contar con juzgadores honestos, rectos, con valores, que en todo momento enaltezcan y observen la gran responsabilidad que implica ser un juzgador.

Expresó que “un juzgador tiene algo de divino” y continuó: cuando inicié como Consejero de la Judicatura Federal decía que la selección de los juzgadores no es la adecuada, estamos eligiendo y es una confesión personal también, estamos eligiendo al que tiene mejor memoria, al que conoce más el derecho, al más diestro, al más hábil, al que conoce más del Código y de la doctrina, pero estamos olvidando que el que debe ser juez, es el que tiene más valores, más principios, el que sea más honesto y más recto, las primeras características de la habilidad del conocimiento del derecho se pueden adquirir, los principios y valores es más difícil.

Estamos eligiendo a jueces expertos en derecho y estamos reprobando a los que son expertos en valores, eso es lo primero que yo digo que debe ser el futuro de la justicia en éste país.

El juzgador, el juez tiene un toque divino es el único hombre elegido por el hombre para juzgar a otro hombre, eso no es fácil. Y trae consigo una inmensa carga y una gran responsabilidad.

En el país cada vez más complejo donde los problemas sociales, económicos, jurídicos se resuelven en los tribunales, la sociedad con justa razón demanda que los poderes judiciales tengan una actuación imparcial y ejemplar, que por la vía de la aplicación estricta del derecho de a la sociedad respuestas claras y precisa, pero sobre todo justicia.

Se coincide que quienes han señalado, que la independencia de la judicatura es el ultimo evasión contra de los abusos del autoritarismo, no se puede concebir la consolidación del estado democrático de derecho en nuestro país, sin analizar el papel fundamental que ha desempeñado el Poder Judicial en el contexto histórico.

De hecho en últimos lustros se ha discutido en el foro jurídico cual es el papel que juega y deberán jugar los poderes judiciales en el siglo 21.

Por ello, sin tratar de hacer un estudio sobre la evolución de la teoría del estado, el rol que han desempeñado los Poderes Judiciales con el paso del tiempo, la sociedad y su forma de organización ha venido evolucionando de manera significativa.  

Como todos sabemos, por siglos la forma de organización del estado descanso de manera exclusiva en la figura del rey, del monarca, del todopoderoso, que tenía poder de decisión sobre las principales funciones de gobierno, incluido el ámbito judicial, existiendo una exacerbada concentración de poder que le duro un absolutismo que permeo la conformación de los aparatos del Estado.

Posteriormente, la forma de organización del estado mutó hacia un sistema compartido de responsabilidad al detonar los regímenes parlamentarios constituidos en claro contrapeso al poder monárquico que venía imperando.

Un sistema que tenía por objetivo evitar la concentración del poder en una sola persona, y dejar la acción de gobierno en manos de un órgano colegiado como son los parlamentos.

El siglo 19 construyó los grandes parlamentos, se democratizaron muchos de los gobiernos en Europa, y se crearon muchos estados en América, instituyendo muchos de los derechos que después se hicieron más universales.

En nuestro país, con el decreto de la nación española del 7 de mayo de 1810 se eligieron los primeros 17 diputados, con la constitución de Cádiz de 1812 se constituyeron 102 diputados, con los Tratados de Córdoba se instaló el primer congreso constituyente el 24 de febrero de 1822 y siguieron los correspondientes de 1824, de 1857, posteriormente la historia nos ubica en regímenes que en algunos casos sin un adecuado sistema de pesos y contrapesos respecto de los demás poderes del Estado, dieron como resultado sistemas totalitarios que, a la postre, fueron superados por movimientos enfocados en la refundación del estado.

Como ejemplo de lo anterior, en la primera mitad del siglo 20 un común denominador de la organización política del país, fue una adopción de un sistema de gobierno que se centró el ejercicio del poder en figuras triunfadoras de la revolución en caudillos, vemos a Carranza, vemos a Calles, Obregón, Cárdenas, como paradigmas principales de lo que es un caudillismo en la primera mitad del siglo 20.

La segunda mitad del siglo 20 ya se caracteriza por una formación de estructura jerárquica piramidal en el ejercicio del poder que permeaba todas las instituciones y a todos los poderes a través de la figura del presidente de la republica, situación que se replicaba de igual forma en las entidades federativas.

Quiero decir que estoy hablando de un sistema político, no estoy hablando de otro, para que se entienda  el contexto de la evolución de las instituciones del Estado.

Otros estadios de la historia tienen un común denominador consistente en la falta de influencia y equilibrio real de los Poderes Judiciales respecto a la acción del actuar del gobierno al ocupar u papel discreto y limitado de las grandes decisiones del estado.

El Judicial sin duda durante la segunda mitad del siglo 20 estuvo dominado totalmente por el Poder Ejecutivo, antes también durante la primera mitad, tan es así que nace el Amparo en la constitución de 1917, Carranza en la exposición de motivos dice que es importante el amparo contra  la legalidad de los actos de los poderes judiciales locales porque estaban dominados por el poder ejecutivo, lo dice la exposición de motivos.

O sea más explicito no puede ser. Ese era nuestro sistema. Los nombramientos y les pongo ejemplos muy claros en 1993, un poquito antes, en 16 estados del país decía el magistrado durará en su encargo el mismo periodo del gobernador que lo designa, y la designación era todo un sistema, se enviaba al legislativo una sola persona normalmente y ellos lo aprobaban porque piramidalmente así estaba el sistema, como el presidente de la república como esta ahorita,  los estados eran una réplica, el gobernador coordinaba los tres poderes.

El Sglo XXI es el siglo de los Jueces y del Poder Judicial

Hoy en el siglo XXI en nuestro país, se erige un profundo proceso de construcción, de un real estado democrático de derecho.

Aunado a lo anterior,  en lo que va en este nuevo siglo, es innegable que se ha venido dotando de un importante cúmulos de atribuciones y obligaciones constitucionales y legales a los jueces, al grado tal que incluso un aspecto generalizado en el país, es que el Poder Judicial de la Federación y los de algunas entidades federativas, ha llegado constituir una instancia obligada en la resolución de cuestiones fundamentales del ejercicio cotidiano de gobierno, sobre diversos temas de la vida económica, política y social del país.

¿Qué significa esto? Que somos el poder que recurre a los otros poderes para resolverles problemas reales e importantes de la vida nacional, no le hemos dado la importancia de lo que significa.

Confían, que van con nosotros a que les resolvamos los grandes problemas nacionales. Tan solo por señalar algunas retribuciones que han puesto de manifiesto la trascendente contribución del Poder Judicial de la Federación, en la conservación no solo del orden jurídico nacional sino de la esencia misma del estado, podemos encontrar temas que se van desde jerarquización de los tratados internacionales en función de nuestro orden jurídico interno, la delimitación de los efectos de las sentencias de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, la limitación al fuero militar, el respeto al interés superior del menor, la inclusión de las personas con discapacidad, el reconocimiento de los derechos de las personas indígenas, la resolución de controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad, hasta la calificación jurídica de las elecciones presidenciales con factor determinante de gobernabilidad.

El futuro de la justicia estriba también en la tramitación de juicios expeditos, donde los requisitos sean mínimos, pues en la medida que estos requisitos se encuentren al alcance de los justiciables y de las autoridades se podrán resolver en un plazo razonable atiendo primero a los derechos humanos.

Cuando hacemos juicios largos, estamos violando derechos humanos, violar los derechos humanos no es solamente dar golpes en las narices de las personas, ni torturarlos, también se violan derechos humanos cuando no damos una justicia rápida y expedita.

Al exigirle al juez o al magistrado un verdadero compromiso patriótico, un compromiso con la imparcialidad, objetividad  y el sentido de responsabilidad que debe girar entorno a su actuación, el juzgador de siglo XXI juega un papel fundamental para garantizar y proteger el régimen de libertades en toda persona, así como evitar excesos y distorsiones en el ejercicio del poder que puedan vulnerar la división de poderes, sobre el que descanse el ejercicio democrático del país.

Los jueces del siglo XXI abonan a la democracia de nuestro país pues imprimen en sus fallos los criterios que debe respetar el gobernado para adquirir lo justo, para ello es que puedo afirmar que el siglo XXI debe ser considerado como el siglo de los juzgadores. El Siglo XIX fue el siglo de los parlamentos, el XX de  los caudillos y el siglo XXI de los jueces, eso es una realidad que estamos comenzado a ver, o sea la responsabilidad que tiene el juez, el juzgador realmente es de una transcendencia importante.

La exposición mediática de los jueces y la relevancia de la comunicación social

De esta manera no debemos desconocer el fenómeno de la globalización y el papel que ha venido adquiriendo el poder judicial en la definición de asuntos de impacto nacional ha causado a su vez una notable exposición mediática de los juzgadores, quienes muchas de las veces tratan de ser menguados en sus funciones mediante la critica insidiosa y poco constructiva por parte de personas que ven en dichas agresiones el mecanismo perfecto para ocasionar la pérdida de confianza en los órganos de administración de justicia y con ello tratar de inferir en un sentido  para arreglar en un asunto.

Si concebimos al Estado mexicano como una parte integrante de la sociedad, habrá que señalar que entonces las instituciones gubernamentales son parte integrante de la propia sociedad pues confluyen en la vida nacional y dirimen las controversias que impactan en la misma.

En ese contexto, el Poder Judicial de la Federación debe ser una institución amiga de la sociedad, un ente sensible de los problemas sociales, lo cual debe traducirse y plasmarse lógicamente en sentencias y resoluciones que emitan a través de sus juzgadores.

Creo firmemente en la necesidad de que el Poder Judicial de la Federación y también de los Poderes judiciales estatales instauren una política de acercamiento a la sociedad para conocer sus inquietudes, participar con ellos en diversas actividades no solo de capacitación, si conocemos mejor a la gente sabremos juzgar mejor.

Hay que difundir las labores que hacen los juzgadores y los tribunales para que de primera mano puedan percibir la importancia y transcendía de los poderes judiciales en la sociedad.

Con ello sin duda, atenuarán la constante exposición mediática, la mayoría de las veces injustificada a la que está expuesto el juzgador, al dar claridad sobre el desempeño de su encomienda.

A través de esta participación plural de la sociedad se conocerá la percepción social de los órganos jurisdiccionales, lo cual será un termómetro para identificar las problemáticas ya reas de oportunidad para perfeccionar la labor judicial y administrativa de este poder.

Como un asunto fundamental de esta política de comunicación se deben considerar también las buenas prácticas de los órganos jurisdiccionales, debemos de dar a conocer que no todo es malo y que debe de reconocerse ante la sociedad lo que está bien y lo que se hace bien, que es lo más, ¿a qué voy? A que en realidad no nos conocen, no hemos tenido una política pública de acercamiento a la sociedad, de una política pública de comunicación para que sepan qué somos, para que sepan que somos muchos mas los buenos que los malos, que si hay algún granito prieto en el arroz, hay una gran paella blanca en todo la sartén, de verdad se los digo, no hemos podido comunicar a la sociedad que somos los buenos, en esta política social, política y pública los buenos somos nosotros, pero no hemos sabido enseñarlo.

También debe realizarse una mediación de la percepción de la sociedad con nosotros, todo mundo se va a las encuestas, menos nosotros, ¿Por qué no lo hacemos? Yo hice una, les decía esta mañana a mis compañeros magistrados federales yo hice por mi cuenta, hice una encuesta de cómo percibían al Consejo de la Judicatura Federal y algunos aspectos de la justicia federal, no me la sé, no se las puedo decir así de fácil, pero sí hemos perdido un poco de prestigio

Pero también, fíjese, es por la falta de comunicación. El encuestólogo me decía que le sorprendió que dos jueces le decían “es que yo soy un hombre con vocación de juzgar, lo que me da tristeza es que piensan que soy ratero y son un hombre honrado”, ya lo traía en la mente que la gente le está diciendo ratero.

Cuando la mayoría en la encuesta no dice eso, pero fíjese en la autoestima baja que pueden tener los juzgadores, es muy importante tener la percepción social y solo es ese único problema que no ejercitamos ese gran ejercicio público de una medición de percepción, háganla, les va a convenir, les va a gustar.

Deben establecerse mecanismos institucionales de comunicación social que expliquen a la sociedad los motivos y fundamentos, no de determinada sentencia en concretp, pero sí de las determinaciones judiciales en su globalidad.

Máxime que, en estos cambios estructurales en el sistema por ejemplo de justicia penal, en la aplicación de control de convencionalidad, la gente no sabe que se trata la convencionalidad, sino le damos a la sociedad dar a entender que eso, no va a comprender el por qué se dicta una resolución en determinado sentido.

Que exige un acercamiento y acompañamiento mayúsculo para hacer asequible y entendible las causas y los motivos de una determinación, es importante culturizar a la sociedad con los nuevos paradigmas del siglo XXI. La sociedad no comprende por ejemplo dos puntos… los derechos humanos hay que  resolverlos y lo del control de convencionalidad.

Y dicen “y aquellos que existía de cosa juzgada, ¿ya no existe? Porque ahora, una persona que estaba presa, que ya estaba condenada, que ya estaba presa, ya la Corte lo soltó”, entonces es incomprensible, es más entre nosotros en ratos podemos tener una convicción de que estuvo bien o una convicción de que estuvo mal, y conocemos el derecho o presumimos conocerlo, la gente que no conoce el derecho pues peor, hay que culturizar el qué es y porqué es se tornan este tipo de novedades en la justicia mexicana.

Día a día cada uno de los miembros de la sociedad pone en manos de las instancias jurisdiccionales valores como el honor, la libertad, el patrimonio, etc.  Y la decisión de un juez no solo en la persona transciende repercute también en la esfera directa de su familia, de su entorno, de su empresa, de su tienda, de la sociedad misma. Por ello hay que ver que la labor jurisdiccional no es una chamba más, es más grandioso que eso, otorga, rescata y entrega al particular y a la sociedad valores, en consecuencia la relevancia de su actuación en la sociedad debe tener una vocación probada de esa responsabilidad.

Lo anterior permite resaltar la importancia y relevancia de los Poderes Judiciales, reitero el siglo XXI debe de ser considerado el siglo del empoderamiento de los jueces, desde una óptica del Estado, funcional y objetiva donde será necesario reforzar al interior de los Poderes Judiciales los mecanismos institucionales que garanticen que el juzgador actuará con independencia con imparcialidad, objetividad, profesionalismo, con transparencia, en otras palabras con responsabilidad, ética, y con un patriotismo inquebrantable.

En ese orden, uno de los aspectos de mayor relevancia que debe tomarse en consideración en el futuro de la justicia es otorgar verdaderamente plena autonomía e independencia a los poderes judiciales locales. En la medida en que estos sean libres para ejercer su labor y no encuentren presión por parte de diversas figuras e instituciones se contara con resoluciones apegadas a la norma y a los derechos humanos, lo que en nuestro país, por desgracia, no se ha podido concretar debido a presiones fuertes entre jueces y magistrados, y aquí estoy hablando en el ámbito local, es suyo en Yucatán, siempre lo he dicho, ha sido ejemplar en mucho de los aspectos de su vida judicial y jurisdiccional.

Pero ahora que tuve el privilegio de estar coordinando la reforma nacional de justicia penal, me iba de espaldas cuando iba a un estado y empezaba a tratar el tema de cómo avanzar o iniciar el avance del nuevo sistema de justicia penal, volvía al mes porque cambió el gobernador y  ya no estaba el presidente, porque lo había cambiado el gobernador nuevo como si fuera parte de su gabinete y de esos creo que 3, 4 ó 5, más de 10 fácil.

Las influencias de los gobernadores realmente es un daño al Poder Judicial, pero es un daño a la sociedad y es lo que puede para el futuro del derecho y la justicia en nuestro país lograr que algunas ínsulas de la nación no pueda  el juez, como en otros, tener el empoderamiento del siglo XXI como debe de ser el papel que deben de jugar los poderes judiciales.

Otra vertiente que estimo importante considerar es el replanteamiento de los mecanismos de interlocución y colaboración con los demás poderes.

En el caso de la relación con el poder legislativo, es claro que la mínima requiere actualizarse e incluso replantearse.

Para todos es conocido que en los últimos años, la dinámica legislativa se ha venido caracterizando por dotar de diversas obligaciones y responsabilidades al poder judicial con relación a las nuevas atribuciones que constitucional y legalmente se le han conferido ante la sentencia querer judicializar cualquier cosa.

Hoy existen diversas leyes que establecen como obligación del poder judicial la especialización en todo, procedimientos mercantiles, telecomunicaciones, competencia económica, justicia para adolescentes, todo tiene que ser un juez especializado y único además.

Realmente los poderes legislativos deberían tener más comunicación, más interrelación con el poder judicial para poder decirles y explicarles algunas de las cosas que nosotros sufrimos o podemos sufrir con la baraja de inventar leyes y procedimientos.

Reformas legales que además de implicar un impacto presupuestal al poder, inciden de igual forma en administración, vigilancia y disciplina, carrera judicial, así como en las aspectos sustantivos relacionados con los derechos fundamentales de las personas, el acceso a la justicia, el debido proceso, y la tutela judicial efectiva.

Se hace necesario que el Poder Judicial, en el ámbito de su competencia implemente mecanismos de vinculación y seguimiento efectivos y permanentes a la agenda legislativa del poder legislativo que le permita por la vía institucional hacer de conocimiento a dicha instancia legislativa la postura de este poder con relación a determinadas reformas que puedan llegar a incidir o que son absurdas en el ámbito de subscripciones.

Un claro ejemplo de figuras novedosas también es la tendencia a propiciar mecanismos de colaboración institucional entre el Poder Judicial y el legislativo desde un tema constitucional, es la figura de control constitucional que existe en Yucatán, parece que es un ejemplo como algo importante.

El mecanismo de control previo respecto a la constitucionalidad de los proyectos de ley aprobados por el congreso, puede ser… incluso antes de la publicación o promulgación de la ley.

De igual forma es de observarse que el marco normativo del estado de Yucatán, abona en la tónica del fortalecimiento del poder judicial al preverse de un presupuesto asignado previamente, no ha der ser inferior al 2% del gasto programable actual, no será disminuido  respecto del año anterior, eso no es una autonomía presupuestal, realmente es repercutir en la independencia del poder judicial, es una pelea constante que se ha tenido en todos los poderes judiciales del país muy pocos lo han logrado, Yucatán tiene ese gran privilegio y lo felicito porque es un logro institucional.

En consecuencia no puede pensarse de ninguna manera que la parte de recursos económicos, al cierre de cada ejercicio fiscal deba ser moneda de cambio para que el poder judicial se incline hacia un lado o hacia otro y obtenga presiones para encontrar la independencia y su más alta acepción.

Autonomía

Otro aspecto que será necesario impulsar como parte del fortalecimiento del Poder Judicial, lo es la facultad de iniciativa de ley, ustedes lo tienen, mi estado lo tiene, muchos estados no lo tienen y la Federación no la tiene. Un legislador no conoce a fondo lo que es un procedimiento judicial, pone términos largos, pone recursos de tal manera que la justicia se hace eterna y si pudiera el Poder Judicial tener incitativa de ley, podría aportar mucho para una práctica de justicia en el país.

Ante el necesario replanteamiento de la interlocución del Poder Judicial con los demás poderes y órganos del estado mexicano, se vuelve necesario fortalecer los esquemas  de coordinación y colaboración entre los poderes judiciales locales con el Poder Judicial de la Federación.

A través de un mecanismo que permita no solo el intercambio de ideas o de posicionamiento y propuestas para mejorar la impartición de justicia en el país, un mecanismo que a semejante de sistemas nacionales de seguridad pública, de procuración de justicia, de transparencia, de anticorrupción, aglutine a asociaciones o comisiones existentes con el fin de unificar y optimizar políticas, acciones, procedimientos, mecanismos, pendientes a fortalecer la coordinación y colaboración entre todas las instancias de impartición de justicia sobre la base de un política judicial homogénea con pleno respeto a la independencia de cada uno de los poderes judiciales y de sus competencias.

Durante un tiempo empezó a tener, empezó a florecer y desapareció, sería importante reflexionar sobre la pertenecía de crear un sistema nacional de impartición de justicia, también para dejar de lidiar,  a base de un dialogo primero y después de las leyes… tanto asunto del poder judicial federal.

Hubo una iniciativa, un servidor también tuvo una iniciativa en el 2006, la compartí con un ministro, que también tenía este concepto de cómo ir bajando el traspaso de asuntos de los poderes judiciales locales a los poderes judiciales federales, y hasta con el ánimo de respeto a la soberanía de los estados.

Debe de reconocerse que los jueces y magistrados son gente honesta y trabajadora, son seres humanos que trabajan y estudian, que tienen una gran responsabilidad, responsabilidades de valores que ellos tutelan.

Tomando como base una contextualización interna del trabajo del juzgador, el juez decide con sus estudios, con sus conocimientos, con su conciencia y en ratos en un gran soledad, principios y valores a quien le otorga y le quita pongo un ejemplo una patria potestad o una custodia, puede ser un trámite, puede ser tan sencillo, ¿Qué será? Que quiten la patria potestad o que le quiten la custodia, que frustraciones será de grande, porque un juez vio que era un asunto más frívolo y sencillo, y no tan transcendente, todo es transcendente para la vida del hombre cuando se juzga.

Por ello, considero que como todo ente del Estado en constante evolución, aunado al ejercicio diario de sus funciones y las exigencias y retos que imponen este nuevo siglo, ante una sociedad cada vez más crítica y expectante ante la labor jurisdiccional, los Poderes Judiciales deben fortalecerse y en determinado momento reconstruirse y replantear esquemas que han afectado su proceso de consolidación.

Se requiere de una verdadera y profunda transformación en muchos de los poderes judiciales en el país y también en el ámbito federal, con el fin de dotarlo de una real autonomía, para con ello fortalecer el capital humano y los órganos auxiliares que lo complementan.

No se deben hacer reformas que solamente maquillen una solución, sino aquellas que realmente repercutan en  solucionar el problema de fondo.

Se debe combatir la influencia que en su caso como ya lo dije de poderes ejecutivos locales y comparte también integrante de esta gran transformación, se debe considerar la importante labor que pueden realizar los tribunales constitucionales locales en algunos estados.

También así, repercutiría en la no transcendencia  de asuntos al poder judicial federal, garantizan la supremacía y control de… política del estado, mediante su interpretación siempre y cuando no sea contrario a lo establecido en el artículo 133, constitucional ni a la jurisprudencia, entre otras competencias sui génesis.

Lo anterior trae como consecuencia que en la entidad federativa pueda resolver sus problemas de constitucionalidad local sin que tengan que acudir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aunado con lo anterior los asuntos de esta materia disminuirían en el poder Judicial de la Federación, serían más autónomos los poderes judiciales y seria más importante el pacto federal de nuestra nación.

En estos tiempos der reformas estructurales y de cambios institucionales  sorpresivos existe una transformación de federalismo a un nacionalismo de nombre, que en la práctica se convierte en centralismo.

Debemos de recordar que la dispersión del poder junto con su división y constitucionalismo constituye un elemento más de la estrategia de contención   y legitimación del estado.

El federalismo refleja y contribuye a forjar una cultura política que busca compatibilizar la libertad y singularidad con la igualdad y la unión, la autonomía con l armonía y el acuerdo. Por todo ello el federalismo es incompatible con el centralismo.

El principio político pasa por referir la propia identidad a elementos irracionales, como ejemplo de lo anterior tenemos que en nuestro país en los últimos años se ha transformado la nomenclatura de algunas instituciones gubernamentales, cambiando el espíritu federalista de nuestra constitución y por tanto los principios que alguna vez tuvo el constituyente de 1824 y 1857 y sobre de 1917.

En aras de establecer un poder nacional en todos los niveles de la vida social, ello con el fin de consolidar la unidad nacional como medio de reivindicación de las particularidades, esto significa que la concepción de federalismo como unidad nacional, se traduce en que federalismo se encuentre en contra del centralismo, mientras que la noción del federalismo como reivindicación de las particularidades significa que prepondera la libertad contra el poder.

Se deben establecer políticas pendientes a fortalecer frente a la sociedad la imagen de los juzgadores, ese es también el futuro.  

Es necesario establecer las condiciones institucionales adecuadas que logren posicionar a la figura del juzgador con la de una persona importante en la sociedad y comprometida con la delicada y excelente tarea no solo de administrar justicia de manera imparcial, objetiva, expedita, sino también para erradicar el concepto que en ellos permea en ratos de un perfil no deseable en la sociedad.

En ese contexto, se debe fomentar la mística de servicio de cada uno de los servidores públicos que integren carrera judicial, porque solamente de esta manera el poder judicial de la federación podrá lograr los objetivos de honestidad y parcialidad, así lograr la confianza, ese si es el futuro de los Poderes Judiciales.

El adecuado desarrollo de toda institución gubernamental y en el caso concreto del Poder Judicial de la federación debe partir de un ejercicio de introspección seria, objetiva, en el cual se puedan identificar los problemas.

La sociedad y el foro jurídico en general deben intervenir proactivamente para tener poderes judiciales fuertes y profesionales, se debe establecer una política de comunicación social efectiva que de manera clara y sencilla explique a la ciudadanía la labor del poder judicial, una política de comunicación social que genere una adecuada interlocución con la ciudadanía.

Que brinde respuestas claras y precisas a sus principales interrogantes, así como dignificar la función y la labor jurisdiccional a través de un ejercicio informativo transparente de la función de los jueces de los elementos jurídicos que lo llevaron a tomar una determinada resolución.

Los retos y las acciones a los que debemos de enfrentar para el fortalecimiento de Poder Judicial para el futuro son muchos, como de igual forma llegar a ser el compromiso de todos de los que desde nuestro ámbito de competencia tenemos la oportunidad de contribuir a ello con el fin de lograr la modernización de nuestro sistema de justicia a fin de garantizar un acceso igualitario de justicia.

Garantizar el respeto a los derechos humanos, garantizar la aplicación de la justicia y que sea imparcial y transparente, implementar una política de comunicación como ejercicio incluyente, otorgar una plena independencia a los poderes judiciales, establecer mecanismos de coordinación y vinculación con el poder legislativo, otorgar una plena autonomía presupuestal a los poderes judiciales del país y en la federación, otorgar la facultad de iniciativa de ley en todos los poderes judiciales incluyendo el federal, fomentar la creación de un sistema nacional de impartición de justicia que involucre a todos los tribunales locales y federales del país, instaurar los tribunales constitucionales locales en los estados, establecer una política de dignificación de los juzgadores, esa es la tarea de los Poderes Judiciales.

No es el futuro del Poder Judicial como dice en el titulo de mi platica, yo más bien podría decir que todo lo que les he comentado es la tarea y la labor que debemos hacer los que tenemos una responsabilidad en el Poder Judicial, de manera especial los que llevemos sobre nuestras espaldas con mucha dignidad y con mucho gusto el siglo XXI y el empoderamiento. 

 

 

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